Ert, la historia (5)

La era de los imperios

La tierra quedó devastada en el terrible cataclismo que separó los continentes de Ert. Ahora, tres continentes se hallaban separados por un inmenso e impenetrable océano que bullía con las energías mágicas descontroladas que había liberado la Princesa de la Magia. El cataclismo creó nuevas cordilleras, inmensos incendios se propagaron y aparecieron grietas y fallas por doquier. Los Nacidos estaban confusos y no sabían qué hacer.

Lo poco que se pudo salvar de la batalla se convirtió en tabla de salvación. Los pocos supervivientes de la hecatombe se reunieron en los lugares que más recordaban: muchos Selion y Vlonn ocuparon gran parte de la zona oriental del continente norteño, al cual llamaron Salima. Este, de benigno clima y grandes extensiones de bosques y suaves montañas, pronto se convirtió en un buen lugar para vivir. A pesar de este magnífico panorama, pronto las diferencias entre Hetnon y Selthanion se hicieron evidentes y los pueblos Vlonn intentaron dominar al resto de pueblos. Las guerras se sucedieron entre las fatalidades del reciente cataclismo.

En el lado occidental del mismo continente, se asentaron los Yentios, uno de los pueblos Melion. Pronto aprendieron que la organización lo era todo. En esta época de dolor y desastre, un Nacido surgió de entre ellos para unirlos y darles fe. Este fue Suzam, clérigo de la diosa de la vida. Este hombre recorrió los diferentes y lejanos reinos que estaban formándose en estas desconocidas tierras para llevarles la palabra de la unidad. Todos los que le escuchaban le seguían sin dudar un instante. Finalmente, todos sus seguidores se reunieron en una gran planicie donde escucharon su Salmodia de la Unidad, y de este hecho surgió un nuevo imperio, llamado Imperio Suzam en honor a su inspirador. Este imperio estaba gobernado por clérigos, se organizó como un a teocracia y hoy en día perdura de este modo.

En el Oeste, muchos Hetnon se agruparon buscando la protección de la antigua Torre del Poder, en el centro del continente llamado Fealyu-Aed. Los ejércitos, dispersos y desmoralizados, ya no tenían ideales que seguir ni grandes gestas que cumplir. Los señores de la guerra se disputaron la supremacía sobre los pueblos Hetnon. Grandes batallas se sucedieron, cruentas y salvajes. El pillaje fue ley y la esclavitud norma. Tras muchas batallas y más de un siglo de guerra interminable, un gran general, llamado Zuegh, unificó el reino Vloenon y con gran costo de vidas, purgó a sus enemigos e instauró el Imperio Baert. Los Henon volvieron a sumergirse en las profundidades de la tierra prometiendo no salir jamás de ella ni observar lo que ocurría a su alrededor, pues ya no les interesaba.

Finalmente, los Melion ocuparon Noorgaar.

Aquí finaliza la transcripción de los primeros volúmenes de la historia más antigua de Ert. Según todos los indicios, estas páginas pudieron ser escritas por el propio Osec, el primer mago. En este punto desaparecen las crónicas de las demás razas y continentes. Sólo del continente de Noorgaar se tienen datos suficientes para atesorar una verdadera historia.

La historia imperial es larga y compleja y está comprendida en gran cantidad de volúmenes viejos y raídos que reposan en las estanterías de las Bibliotecas Imperiales, en la propia capital. Estos tomos están tan gastados que es casi imposible leerlos sin dañarlos. Son un relato fiel de todos los acontecimientos del Imperio, pues son la acumulación de los diarios de los diferentes emperadores y de los dirigentes de las ciudades del continente.

Lo que a continuación se expone es la versión oficial que se estudia en las diferentes academias imperiales y escuelas reales. Es una de las más aproximadas y, aunque existen lagunas en sus textos, estas nunca han sido reveladas por ningún emperador, que son los únicos que tienen acceso a los Diarios Imperiales.

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